"Un hombre guapo, elegante, romántico, tierno, encantador..."
Así lo definían sus amigos, sus novias y los que lo conocían, aunque seguramente no fue el caso de sus víctimas.
Nació en 1946 (24 de Noviembre), hijo de una joven chica soltera que provenía de una familia puritana.
Es rechazado por ella durante los primeros años de su vida por ser hijo ilegítimo, y trata de disimular a su hijo, considerado como una vergüenza para la familia, tratándolo como si fuese su hermano.
Bundy se crió en casa de su abuelo, un hombre violento que pegaba a su mujer.

En el libro 'Ted Bundy: Conversations with a Killer' establecen que el joven Bundy era incapaz de relacionarse satisfactoriamente con los demás. Que no entendía la necesidad de la gente por hacerse de amigos, de dejarse estimar.
En la educación media superior Bundy se convirtió en un sujeto dinámico y popular. Sus calificaciones eran buenas y todo marchaba mas o menos bien, aunque no salía mucho con mujeres se le consideraba un sujeto atractivo y de excelentes maneras. Sus intereses giraban completamente en las actividades extracurriculares, como el esquiar y la política, que le provocaba apasionamientos y alguna vez en su vida estuvo involucrado en ella. En esta época, decepcionado por una sociedad en la que no encaja, comenzó su carrera criminal empezando por lo pequeño: robos aquí y allá en tiendas, estafas de poca importancia, voyeurismo, etc.
En el plano laboral, tomaba empleos de bajo nivel pero no perduraba mucho en ellos. Y sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable. Cosa que es usual de los criminales seriales: el mantener escaso control y disciplina en sus empleos.
Es en la primavera de 1967 que entabla la relación amorosa con una chica que cambiaría su vida entera. La muchacha, californiana, era el sueño hecho realidad que Bundy había imaginado toda su vida: inteligente, hermosa, sofisticada y de buena familia ¿qué mas podía pedir?.
Sin embargo aunque la muchacha lo amaba, no era este amor de la misma magnitud que el de él hacia ella. En 1969 año que se gradúa la muchacha decide terminar la relación con Bundy puesto que veía enormes huecos en su personalidad, principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida. Ted nunca se recuperaría del rechazo. Aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión e intentaría seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambiaba de decisión.
Por la ruptura anterior Bundy había dejado los estudios, pero de alguna manera rehizo sus asuntos y se reinscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de psicología. En dicha materia era brillante y tenido en buena estima por sus profesores.
En esta época inicia un romance con (seudónimo) Elizabeth Kendall que duraría aproximadamente 5 años. Ella venía de un reciente divorcio y tenía una pequeña hija y veía a Ted como un excelente partido.
Pero nada de esto iba a ocurrir. Elizabeth Kendall desconocía la antigua relación de Bundy con la californiana y que mantenían comunicación todavía.
Sin embargo, en un viaje de trabajo a California en 1973 se reencuentra con su antigua novia. Al verlo queda impresionada por el enorme cambio experimentado por Bundy, y el tema del matrimonio salió a flote en varios de los encuentros amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno.
Ante estos cortejos la chica cayó de nuevo enamorada de Ted Bundy pero repentinamente este la dejó.
Para Febrero de 1974 se consuma la venganza no devolviéndole ninguna llamada más a la muchacha. De hecho ella jamás volvió a saber nada de Bundy. Y mejor así. Porque comienzan sus crímenes: la mayoría de las víctimas de Bundy serían en lo sucesivo mujeres atractivas, blancas, de cabello negro lacio y peinado por la mitad.
El primero de sus crímenes tendría lugar en Washington en 1974, cuando ataca a una mujer mientras dormía golpeándola con una barra de hierro.
Apenas un mes más tarde asesina a una joven en el mismo campus universitario, llevándose el cuerpo lejos de allí una vez muerta ésta, pero dejando la habitación llena de sangre.

Bundy podría considerarse un ejemplo claro de lo que sería un asesino en serie psicópata. No sólo por haber sufrido una infancia traumática, sino que además su aspecto inspiraba siempre confianza a las víctimas.
Si bien al principio cometía sus crímenes por la noche guardándose de un posible testigo que pudiese identificarlo ante un tribunal, poco a poco se iría confiando y abordaría a las futuras víctimas por el día.
Apoyado en su atractivo y su carismática personalidad, se paseaba por los supermercados pidiendo ayuda a mujeres jóvenes para conducir su coche Wolkswagen, fingiendo que tenía un brazo roto y sin que estas sospechasen lo más mínimo que hablaban con su futuro asesino.
Tras sus primeros crímenes, Bundy comienza a viajar por una buena parte del país: Washington, Utah, Colorado y Florida, dejando a su paso un reguero de sangre de sus víctimas.
Es arrestado una primera vez el 16 de agosto de 1974 en Utah tras ser identificado por una mujer que meses antes había intentado secuestrar. Se le condena a cumplir una pena de prisión en Colorado, pero logra escaparse antes de ser encerrado y desaparece durante más de dos meses. Dos meses que le servirían para seguir cometiendo espeluznantes crímenes, esta vez tres jóvenes entre las cuales una tan sólo contaba con 12 años.
En aquel juicio, él mismo se defendería como abogado, apoyado por un grupo de jóvenes "fans" que reclamaban su inocencia ante las puertas del Juzgado.
Pero aprovechando que se defendía a si mismo, va escoltado a la biblioteca y logra escabullirse. El 30 de Diciembre trepa al techo de una de las secciones de la cárcel de ahí lograr acceder a otra parte del techo que desembocaba en el closet de un departamento vacío del penal.

Para ese momento ya iba camino hacia Florida (al parecer el lugar predilecto de todos los seriales). En Enero de 1978 ya estaba instalado en un departamento de Tallahassee, lugar cercano a la Universidad Estatal de Florida.
Disfrutando de nuevo la libertad y sabiéndose joven, inteligente y poderoso, Bundy desarrolló sus habilidades como ladrón que tan bien sabía. Empleaba su tiempo entre sus diarios paseos al campus, donde inclusive entraba a algunas clases como si fuera un alumno más y veía la televisión que había robado de algún otro lado. De hecho todo su mobiliario era producto de los robos, igual que la comida que compraba usando tarjetas de crédito robadas. Todo marchaba a pedir de perlas, excelente. Sólo que empezaba a sentir la vieja necesidad de compañia...y saciar su sed de sangre.
Entonces, el 14 de enero hace de nuevo de las suyas. Aquella noche Bundy efectuó uno de sus ataques más terribles por la saña y número de víctimas: la policía encontró el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le desprende un pezón del pecho. Hubo un testigo: Nita Neary que ayudaría a ponerlo entre las rejas finalmente.
A pesar de todo, la prueba irrefutable que lo culpó, la aportaría un odontólogo forense, tras comparar las marcas de unos mordiscos en uno de los cadáveres con los dientes de Bundy.
Evidentemente ambos moldes coincidían. Después de seis horas de deliberación, el jurado lo condenaría al corredor de la muerte por 14 homicidios de primer grado...

Con una personalidad propia de esquizofrénico incluso después de su detención, no sintió en ningún momento arrepentimiento ya que decía que en sus víctimas veía la imagen de su madre.
Fue ejecutado el 24 de Enero de 1989.
Podríamos considerarle como una mezcla entre asesino organizado y desorganizado. Tanto podía mostrarse con una personalidad muy inmadura, dejar indicios en el lugar del crimen, o por lo contrario prepararlo cuidadosamente, seleccionar a las víctimas y dejar pocas huellas.
Él mismo se consideraba un "adicto al crimen" (Helen Morrinson piensa que todos los seriales son adictos a sus crímenes, y por eso, a veces, no planifican mucho, porque "es el cuerpo el que los impele a hacerlo"), y aunque aseguraba que podría dejar de matar en cuanto se lo propusiese, no dejó de hacerlo hasta su detención. Aseguraba no haber matado a 14 mujeres, confesó haber asesinado y violado a 28 mujeres en los años 70.
Los múltiples test psiquiátricos realizados evaluarían una personalidad propia de esquizofrénico: Cambios de humor muy repentinos, impulsivo, sin emociones, afán de protagonismo, ataques de histeria, doble personalidad, inestabilidad emocional, rechazo a la sociedad, ansiedad, depresión, complejo de inferioridad, inmadurez, mentiras que termina por creerse él mismo, obsesivo, egocéntrico, falsa realidad adaptada por él mismo, manía persecutoria...
Ted Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica nueve años después de su sentencia, el 24 de enero de 1989, tras haber sido culpado por haber asesinado a 14 jóvenes. Sin embargo, se estima más de 100 mujeres muertas en sus manos. Como también actos desenfrenados de necrofilia con los cadáveres.