El 23 Julio del 2007 Daniel Petry, de 16 años asesinó, violó y mutiló a su amigo Gabriel Kuhn, de 12 años, por una pelea en un videojuego de rol. Este crimen tan horrible y con tanta saña ha sentado un precedente en la historia criminal de Brasil.
Daniel Petry nació en el año 1991 en Santa Catarina, Brasil.
Siempre fue un niño conflictivo, y tenía unos arranques de violencia desmedidos ante la menor provocación. Sus padres buscaron ayuda psiquiátrica con frecuencia, pero ante los abandonos del tratamiento del chico, dejaron poco a poco que se fuera refugiando en los pasivos mundos de la televisión e Internet.
Era experto en un juego multijugador online llamado Tibia, donde puedes matar monstruos con tus poderes o hechizos mágicos para mejorar tus habilidades.
En ese juego hablaba frecuentemente con Gabriel Kuhn, un niño de 12 años que era vecino suyo. A los padres de Gabriel, que era bueno, educado y estudioso, no les gustaba demasiado Petry, pero como su relación era casi siempre virtual, no se interpusieron demasiado.
Un día Petry prestó a Gabriel 20.000 gold coins, que es la moneda del Tibia. El niño necesitaba dinero para mejorar sus habilidades y prometió devolvérselo, pero no lo hizo. Volvió a pedir dinero a Daniel, pero ante la negativa de este lo eliminó de sus amigos del Tibia.
Este sencillo acto enfureció a Daniel Petry de una manera incomprensible. Salió corriendo hacia la casa de Gabriel Kuhn, que le abrió totalmente confiado, pues eran amigos.
En ese momento Petry cogió un cable y estranguló a Gabriel hasta que lo dio por muerto, y entonces empezó a sodomizarlo.
Después decidió esconder el cuerpo en un altillo que se encontraba a casi dos metros de altura e intentó izar el cuerpo con más cable, pero el niño era demasiado pesado para él. Así que decidió aligerar el peso y para ello se propuso cortar el cuerpo de Gabriel Kuhn en dos.
Buscó una sierra en el garaje y trajo también un cuchillo. Empezó a cortar una de las piernas, peor entonces Gabriel despertó. Empezó a gritar y a chillar y a intentar resistirse pero Petry no cejó en sus intentos. La autopsia reveló que consiguió cercenar ambas piernas antes de que el shock y la pérdida de sangre mataran a Gabriel.
Una vez cortado el cuerpo, Daniel Petry volvió a enroscarlo con el cable e intentar subirlo, pero aun así no fue capaz. Se rindió y con toda la tranquilidad del mundo volvió a su casa, dejando el cuerpo cercenado y mutilado tal y como estaba, donde lo encontraría poco tiempo más tarde su madre.
Cuando vino la policía solo hizo falta un rápido vistazo al ordenador de Gabriel, donde se veía reflejada la pelea, para orientar la investigación hacia la casa de Petry, que confesó absolutamente todo, muy detalladamente. Lo único que negó fue la sodomía, alegando que él no era homosexual, pero la autopsia no dejaba dudas al respecto: había violado al niño.
En el juicio Daniel Petry alegó que el juego lo había vuelto loco y tan solo le cayó una condena de 3 años.
Millones de aficionados del Tibia se congregaron en una manifestación en la que pedían que no se les considerara posibles criminales por compartir juego con el cruel asesino.
Cuando fue encerrado declaró: “Gabriel hizo trampa y haré que pague por todos sus actos; como él dijo que existe el Cielo y el Infierno, allá en el Infierno está él; lo encontraré allí y me vengaré nuevamente”
Las fotos del crimen, donde puede apreciarse toda la crueldad, la locura y el sufrimiento, han dado la vuelta al mundo, dificultándonos, una vez más, la comprensión de la mente humana.
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