Si hay un enigma para los especialistas de conducta humana, son las menores asesinas.
Ya los varones los tienen calados, pero las pendejas asesinas todavía les cuesta.
Por ejemplo Mary Bell, de 11 años, solía jugar con un niño llamado Martin Brown que falleció al caer mientras jugaba en 1968. Era un nene, un accidente, quien le iba a dar importancia. Si se hubieran fijado las contusiones en la cabeza habrían sospechado, pero no lo hicieron.
Luego, vino el asesinato de Brian Howe, de tres años. Esta vez consternó a todos los habitantes de Newcastle. Y es que el nene fue atacado con una especie de punzón con filo, siéndole mutilado los genitales y marcado en su abdomén la letra M.
Las sospechas de la niña Mary Bell comenzaron cuando ella insistió una y otra vez por conocer los pormenores del sufrimiento de la familia Brown.
Se excitaba conociendo esos detalles macabros de cómo la estarían pasando la buena familia luego de la pérdida de su hijo.
Finalmente se supo la verdad. No se necesitó mucho para que confesara la niña asesina.
Mary Bell, sin embargo, quedó libre a los 23 años y desde entonces vive en un lado u otro. Aunque tiene nueva identidad, para que no se reconozcan sus antecedentes como demonio, muchos terminan reconociéndola y la acosan hasta echarla de los pueblos donde transita (En la foto de vieja ya).
Los que la justifican (si tal cosa es posible) dicen que ella fue una niña no deseada de una madre de 16 años. Que a los 5 vio a su madre cogiendo como loca como prostituta, y a los 8 vendieron su virginidad al mejor postor.
Luego, su madre, dicen, le enseñó el arte de la fellatio para evitar daños mayores a su cuerpo.
Antes de matar a Martin Brown, Mary Bell ya gozaba torturando animales.
Pero Mary Bell no es la única. Alyssa Bustamante es otra loca que le encantaba matar ya a los 15 años.
Su víctima fue Elizabeth Olter, de 9 años, que nunca llegó a su casa después de jugar con la familia Bustamante.
La buscaron. Rastrearon los bosques pero nada. Esto sucedió en 2009 (es la mina de la foto, la que tiene actitud felina)
Al poco, se descubrió que Alyssa Bustamente era la responsable. Y confesó, claro. Ya en su perfil en Facebook escribía cosas como que le gustaba "matar gente y mutilar".
A los 13 esta piba demonio intentó matarse. También, en este caso, su madre era una perdedora. Ladrona, drogona. Y su viejo purgaba una condena de 10 años por robo a mano armada.
Pero tan indeseables progenitores no justificaron su homicidio.
Y fue juzgada y sentenciada. Según dijeron, se iba a matar en la cárcel, porque era depresiva.
Pero ya van más de 3 años y viva.