El niño estadounidense resume lo que su padre hace para ganarse la vida: "Evitas que los malos sean crueles". "Sí", dice el padre, pero "¿quiénes son los malos?" El niño piensa, y después ofrece una conjetura: "¿la gente de la Guerra de las Galaxias?"
La verdad es mucho más siniestra. Los malos son Joseph Kony y su Ejército de Resistencia del Señor (ERS), una brutal milicia de África central que ha secuestrado a miles de niños y los obliga a convertirse en esclavos sexuales, combatir como soldados y matar familiares.
La conversación entre padre e hijo es uno de los muchos momentos apasionantes en un video de 30 minutos que se ha propagado a través del ciberespacio desde su lanzamiento el lunes. Para la noche del jueves lo habían visto cerca de 40 millones de veces en YouTube.
El padre, Jason Russell, es el director de la película y cofundador de Invisible Children (Niños invisibles), con sede en San Diego, un grupo de cabildeo contra el ERS. Le pregunta a su hijo, Gavin, que piensa que se debe hacer con Kony. "Detenerlo", responde.
Las palabras del chico rápidamente tuvieron eco en el argentino Luis Moreno Ocampo, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), donde Kony es buscado por crímenes de lesa humanidad. "Deténganlo", dice Moreno Ocampo ante la cámara "y (eso) resolverá todos los problemas".
El video es parte de una campaña llamada KONY 2012, y su objetivo es ver a Kony capturado después de 26 años en la selva. Y hacerlo este año.
A pesar de una orden de arresto de la CPI y el despliegue de un centenar de miembros de las Fuerzas Especiales estadounidenses y cuatro países de Africa central para ayudar a asesorar la lucha contra Kony, pocos estadounidenses saben quién es. A ese otro 99%, Russell le plantea el siguiente desafío: hacer que él y sus crímenes infames sean tan conocidos que el Gobierno considere imperioso capturarlo.
"Si retiramos la presión, si no tenemos éxito, sus cifras van a aumentar", dijo ante las cámaras de la película Jim Inhofe, un senador republicano de Oklahoma. "La gente se olvida y se lo tienes que recordar. Y si el interés se desvanece simplemente va a desaparecer. Tiene que ser en el 2012".
El ERS comenzó sus ataques en Uganda en la década de 1980, cuando Kony trató de derrocar al gobierno. Desde que fue expulsado de Uganda hace varios años, la milicia ha aterrorizado pueblos en Congo, la República Central Africana y Sudán del Sur.
"Kony es un monstruo. Merece ser enjuiciado y ahorcado", dijo a The Associated Press el coronel Felix Kulayigye, vocero del ejército de Uganda.
A causa de la redoblada búsqueda de Kony, las fuerzas del ERS, otrora con miles de miembros, han disminuido y se han dividido en grupos más pequeños que pueden viajar por la selva con mayor facilidad. Los expertos calculan que el ERS cuenta hoy con unos 250 combatientes. Sus víctimas son mutiladas con machetes y cortan sus rostros en formas grotescas, violan y asesinan a las mujeres y obligan a las niñas a ser esclavas sexuales.